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domingo, 14 de septiembre de 2014

Con una multa de 12 millones de euros, asunto zanjado.


La situación actual de la auditoría en España es preocupante, muy preocupante. Son demasiados los escándalos que se han producido en los últimos tiempos y que a la postre afectan a los inversores.

Quizá el más sonado es el asunto de la auditoría de Bankia del año 2011 y que propició su salida a bolsa.


En este post poníamos de manifiesto la situación en la que se encontraba la empresa auditora con respecto al ICAC, porque éste último le abrió un expediente como consecuencia de la auditoría del año 2011. El ICAC argumentaba que la auditora no cumplió con el requisito de independencia.

En ese momento la empresa auditora se enfrentaba a “una actuación por la que la auditora se expone a una retirada de la licencia operativa y baja definitiva del registro oficial del sector o una multa de hasta el 6% de sus ingresos por la verificación de cuentas en el último año, es decir, un máximo de 14 millones”.

No hace falta que recordemos las consecuencias de la nefasta salida a bolsa de Bankia. No hace falta que recordemos el sobreendeudamiento que este país está soportando por el rescate bancario, fundamentalmente por Bankia. No hace falta que recordemos todo eso.


En el mismo medio se dice: “Según explica el rotativo, Deloitte no auditó de forma objetiva las cuentas de Bankia en 2011, cuando la entidad salió a bolsa, "porque porque era al mismo tiempo proveedor de otros servicios de consultoría a la misma entidad financiera que presidía entonces Rodrigo Rato"”.

Para llegar a esa conclusión habría que valorar cuales eran estos otros servicios de consultoría, a cuánto ascienden los mismos, y la importancia que tienen en el global. Todo esto debe haberlo valorado el ICAC, pero según la Ley de Auditoría de Cuentas, debería haberlo hecho antes el auditor, y no aceptar el trabajo si se ponía en duda su independencia.

Si seguimos leyendo más, podemos ver: “El ICAC detectó hace más de un año irregularidades en los trabajos de Deloitte para Bankia, que llevaron al Instituto a abrir un expediente por dos faltas muy graves y dos graves en la auditoría de las cuentas del banco de los dos primeros trimestres de 2011, claves para su debut bursátil”.

Pues bien, parece ser que esto se va a zanjar con una multa de 12 millones de euros.

No sé si es mucho o si es poco. No sé si la multa es proporcionada o desproporcionada con la falta cometida, pero si se algunas cosas, como por ejemplo:

1.      Valoración con respecto a la capacidad económica del infractor. Doce millones de euros para mí es muchísimo dinero, pero la pregunta es, ¿y para la empresa auditora?, no es lo mismo mi apreciación respecto a mis ingresos, que la que pueda hacer la empresa auditora. Esto es ¿Qué supone esto para Deloitte?

He intentado buscar en internet las Cuentas Anuales de Deloitte SL, pero no lo he conseguido, por lo tanto no puedo saber la valoración que la auditora puede haber hecho de esta cantidad.

2.      Valoración con respecto al daño causado. Sabemos que la responsabilidad sobre las cuentas de Bankia de 2011, que propiciaron su salida a bolsa, es de los administradores, y por ese motivo están en los tribunales, y que el auditor refrendó las mismas dando su visto bueno. Por lo tanto, ¿Qué daño se ha causado a los inversiones que confiaron en esas cuentas?, ¿Cuál ha sido la cantidad que entre todos nosotros hemos tenido que aportar, o aportaremos, para salvar a Bankia de la bancarrota?

3.      Y finalmente, una pregunta que me hago y que me obsesiona es la siguiente: si la auditoría de las cuentas de Bankia de 2011 hubiera sido realizada de forma correcta, ¿Cuál sería la opinión?, ¿habría salido a Bolsa Bankia con una opinión de auditoría independiente?

Lo dejo aquí, para que Vds. opinen.

Un saludo dominical.

Gregorio Labatut Serer

 
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